Dios existe y, aunque no juega a los dados, cuenta chistes. Los asuntos más relevantes de la existencia humana no son sino una sucesión de paradojas que son, en definitiva, la fuente de inspiración del humor o de la consolidación de una tragedia. Y de ahí, a la sabiduría, a la resignación o al diván.
Y lo más gracioso es que seamos sabios, necios o enfermos todo será un espejismo. Y no parece que nosotros, los seres efímeros, tengamos más opciones.
Y mientras, se ríe…
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