Hay tres momentos en una relación. El primero puede llevar al segundo. El segundo en los tiempos que corren, con frecuencia, desemboca en el tercero
Hazte dos preguntas antes de iniciar una nueva relación: qué puedo aportarle, qué me puede aportar.
Hazte dos preguntas cuando estás en la relación: cómo comprenderle, cómo cuidarle.
Hazte dos preguntas cuando acabe la relación : qué aprendí, cómo perdonar.
Lo más difícil de estas preguntas es contestarse a uno mismo de manera honesta y ecuánime, teniendo en cuenta las necesidades y derechos de ambos sujetos.
Cualquier otra actitud es posesión, proyección o egoísmo.
Lástima que la mayoría de la gente sea incapaz de ser sincera consigo misma.
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