Mi vida se ha edificado con los ladrillos de lo absurdo. Es la realidad un caleidoscopio fractal de múltiples experiencias encarnadas. La mía es realmente extraña. He tenido múltiples vivencias que en su mayoría han destruido mi sentido del humor pero que me han conferido una fortaleza mental extraordinaria. Aún así, soy humano: a veces estoy arriba y otras abajo (en lo anímico). En lo personal hace mucho que estoy abajo (pero no me rindo, de hecho he aprendido a reconocer las oportunidades dentro de las crisis).
Por lo que viví pude comprender que la vida es un don divino y el mundo un lugar mágico que se revela a quien busca sincera y honestamente, no conformándose con unas pocas o incluso unas muchas explicaciones; que hay muchos saberes pero apenas alguno significativo. Cuando aparece ése conocimiento, siempre lo hace en primera instancia como… absurdo….
Hace poco leí dos novelas que ha escrito una antigua compañera de escuela. Son una parodia y una sátira de las novelas románticas. Comentándolas con mi ex compañera se me han ocurrido estas leyes sobre la credibilidad de lo absurdo basándome en una frase del texto.
Las leyes sobre la credibilidad de lo absurdo:
1. La probabilidad de que una idea absurda sea correcta tiende a 1
2.Cuanto más imposible parece de manera concomitante más cerca está de la verdad.
3.La gente que sabe que es verdad es inversamente exponencial a la gente que jamás lo creería.
4.Cuanto más se investiga sobre el asunto de modo directamente proporcional más se intrinca.
5.La probabilidad de que nadie lo crea nunca tiende a infinito aunque no haya otra explicación plausible.
Voy a hacer algo que no creo que se vuelva a repetir en mi blog aprovechando este Sant Jordi atípico: recomendar libros. Ella se autoedita. Son baratos y una lectura ligera para pasar un buen rato en unas pocas tardes de verano en la playa. Os los recomiendo. Los podéis adquirir aquí. Le haréis feliz a ella y contribuiréis a una noble causa pues ella sigue escribiendo. Aunque literatura de fantasía. Quizás os interesen.
Por cierto, las novelas se llaman Los Inductivos y Los Deductivos. Los títulos se basan en una teoría del matrimonio de Unamuno. A Elena siempre la recordé como una buena estudiante con gran sentido del humor y en las obras se nota. Fueron su ópera prima y su continuación. Las escribió como un divertimento y como práctica de recién licenciada. No os las perdáis, os vais a reír….
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