Sobre los amores internacionales

Me he sentido muy atraído por extranjeras en mi vida. Por alguna hice verdaderas locuras, volvieron del revés mi vida en otras ocasiones y fueron relaciones extrañas y llenas de incomprensión mutua casi siempre. Aún así, fueron aventuras en las que, manteniendo el ojo crítico y el corazón abierto, aprendí mucho, viví intensamente y amargamente aprendí que es una experiencia que no es para todo el mundo. En mi caso, desde luego, es algo que nunca creo que repita, a pesar incluso, de que sé que no elegimos nuestros amores, siendo la atracción y el enamoramiento algo totalmente instintivo.

Los valores compartidos y la visión del mundo son muy importantes en cualquier tipo de relación cercana, más aún en las sentimentales, y qué decir cuando se viene de sociedades con culturas distintas, a lo que se añaden las peculiaridades de cada persona. Que tu amado/a se sienta comprendido y cuidado depende de detalles que no sólo se enmarcan en sus cualidades y vicisitudes vividas propias sino también en el mundo simbólico cultural al que pertenece y pertenecemos.

Como decía son los detalles los que marcan una relación, como la calidad del trato y el reconocimiento del otro aún sus imperfecciones y estos se nos revelan distorsionados por la ignorancia de su verdadera dimensión; pudiéndose perfectamente ver virtudes o magnificando positivamente unas diferencias que, tarde o temprano, nos aplastarán en la incomprensión de la verdadera realidad (que se comprende muy tarde) y en la que la decepción se apodera de nosotros.

Son relaciones abocadas a un más que probable fracaso a pesar de la ilusión con la que se inician; es un claro ejemplo de fervor por lo desconocido y una trampa al unísono. Las relaciones de pareja siempre son complicadas, mucho más cuando se inicia una convivencia. Cuando se añade ésta dificultad extra se vuelve una montaña rusa en bastantes casos.

En mis relaciones con extranjeras he aprendido que sólo pueden tener éxito personas especiales en el sentido de ser empáticos, comprensivos; con mundo suficiente para interpretar los giros de comportamiento, carácter (incluso las expresiones faciales), lo que se da por sentado, lo que se espera y lo que se anhela. Así como tener una voluntad bienintencionada de hierro más una paciencia infinita. Todo esto es esencial.

Amor, solidaridad, compañerismo, amistad, matrimonio, paternidad, familia e incluso rutina, diversión, trabajo o moda aunque signifiquen lo mismo en el diccionario en cada lengua y/o país, denotan y connotan de manera diversa según la cultura, la literatura, la historia, etc; y así con muy variados conceptos, en los que contribuyen a su óptica y vivencia la costumbre, la tradición y el saber popular; tornándose complejos temas sobre los que gira la relación en lo cotidiano y que pueden convertirse en una tortura ante lo extraordinario.

Se ha de ser tremendamente didáctico para explicar las propias emociones, motivaciones y esperanzas en multitud de ocasiones con el peligro de que no sea suficiente para ser comprendido y, aún más, aceptado. Al mismo tiempo, se convierte en obligación inquirir de manera constante en otra multitud de ocasiones, siendo una mala idea quedarse con lo primero que nos parece. Aquí hay numerosos factores en juego, muchos de los cuales, se nos escapan irremediablemente. Como no, nuestro propio autoconocimiento, y no sólo de nosotros mismos, sino de las peculiaridades de nuestra cultura, de lo positivo y negativo y, al mismo tiempo, hacer un alarde de imaginación y análisis de como pueden interactuar con las características de él/ella, es muy importante.

Mas fácil lo tienen las parejas en las que al menos uno de los miembros ya está naturalizado y tiene experiencia en algún modo con la cultura del otro pues se convierte en un puente para comprender y actuar. Desde éste punto de vista vivir una temporada larga en el lugar de origen de nuestra pareja, que nos permita ampliar nuestra visión, puede despejarnos el camino o cerrarlo definitivamente.

Felicito y saludo a los que han mantenido una relación de este tipo largamente en el tiempo (sin ser tóxica u obligada) porque, muy probablemente, son esa clase de gente que hacen del mundo un lugar mejor. Al final, que se les haya acabado o no ya se debe a otros factores como el desgaste en el tiempo o el cambio de intereses vitales.

Y eso, amigos míos, es un invariable acontecer en el amor en cualquier cultura, tipo o tiempo.

A menudo, nos sentimos en la obligación de patear la lata hacia adelante en una relación; salvarla a cualquier precio. Es un error. Una retirada a tiempo es una victoria. Saber cuando rendirse sólo lo da lo experiencia. No hagáis como yo. Cuando aparezcan las primeras señales de derrota, la mayoría de las veces, la debacle es inevitable. Y solamente retirarse a lamer las heridas y a limpiarlas nos hará fuertes y conscientes para la próxima.

True story. Donde se cierra una puerta se abre una ventana. Y la vida sigue y el planeta no deja de girar.

OFF TOPIC. La serie que inicié va a continuar, Las Guerras Cognitivas va a ser más difícil de de escribir de lo que imaginé en un principio pero pienso llegar hasta el final. Dado el pequeño número de lectores que tengo y que cada vez tengo menos, decidí escribir este texto antes de seguir publicando la serie como agradecimiento.

Pronto, llegará el próximo capítulo. Más de lo que imagináis. Seguid atentos. Gracias por vuestra atención.

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