Cuando de verdad amas a alguien, tan sólo hablar o acompañar se convierte en un acto romántico. Todos los postureos de las personas que necesitan de artificios para sentir que viven un momento único no saben de romanticismo sino de necesidad de sentirse especiales. Cuando encontréis a la persona adecuada lo sabréis porque disfruta con deleite detalles de la vida cotidiana que a todas luces parecen intrascendentes pero que al calor del amor romántico verdadero se convierten en necesarios e infinitos.
Un comentario sobre “Del amor y la rutina”